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Blog Bitácora Véritas

Sixto Castro Rodríguez, OP

de Sixto Castro Rodríguez, OP
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26
Ene
2012
Mi Kübler Ross particular
2 comentarios

Un buen amigo que tiene la mala costumbre de leer este blog y al que podemos llamar mi Kübler-Ross particular me escribe por cosas de la Pasión según San Lucas del otro día. Gran tema de comentario, qué duda cabe. Y le traigo a colación porque él convive todos los días con esa fase tan particular de la vida que es el final y que da tanto que pensar, sobre todo porque no sabemos muy bien cómo afrontarla y asumirla. Lo cual, dicho sea de paso, no es tan malo como pudiera parecer, sobre todo cuando por “saber” se entiende casi dar una respuesta “algorítmica” o instrumental al asunto. Y no vale, o no debería valer. En esos momentos de tanta fragilidad y cuando todo se vuelve especialmente intenso (porque, como en la cantata, se pide besar sólo una vez más, y eso se convierte en el supremo valor) no hay duda de que se ven los grados de perfección, esa cosa que suena a teólogo rancio y viejísimo (pero que no lo es ni de lejos), con palmaria claridad. Siempre hay un bien que se puede introducir en la situación más desasosegante. Me resisto a poner ejemplos, pero dudo de que alguien dudase de que es mejor estar acompañado que solo en esos momentos. O experimentar que alguien nos alivia el dolor, o sentir que alguien se interesa por uno. Es difícil pensar que quepa siquiera discutir eso. Apuesto a que mi Kübler-Ross particular me confirma el asunto. Y de eso va la cuarta vía de Tomás de Aquino, de que hay grados de perfección. Lo cual no deja de ser reconfortante en una quincena en que se han ido ni sé ya cuántos frailes y alguna gente del entorno, seguramente antes del tiempo.

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23
Ene
2012
A Bernardo
2 comentarios

Un profesor norteamericano, reflexionando sobre la cuestión del mal, afirma que el hecho de que existan males misteriosos es precisamente lo que cabría esperar si hubiese un Dios, no sólo males que se puedan “explicar”. A pesar de que él afirma que la mayoría de los males son no “misteriosos” yo creo que todos, desde lo más pequeños encierran un misterio. Hoy acabamos de enterrar a Bernardo Cuesta, un fraile excelente por las cuatro causas que se va mucho antes del tiempo, a nuestro modo de ver. Y claro que lo entendemos: una enfermedad que opera así y asá. Todo explicado. Ya. Nada, más bien. Y ciertamente, no nos queda más que aquello tan paulino de “vemos como en un espejo”, o mejor “en enigma”. No hay comprensión posible y lo que se presenta como comprensión sólo es una explicación que no alcanza el nivel mínimo de “satisfacción” que se le exige. Lo que ese enigma, que también tiene su cara de trasluz ?porque incluso a través de la niebla más espesa se percibe algo?, nos muestra es que se ha ido un fraile bien bueno y ha dejado un vacío muy raro, y más en un mes en el que se han marchado otros cuantos frailes, alguno incluso más joven que él. Y todo son preguntas, pero también todo son asentimientos, sobre todo para quien está convencido de que, en la noche oscura, quien hace las cosas, las hace bien. Sí, ya sé, ya sé, de sobra sé. Pero, parafraseando a C.S. Lewis ?creo que esto ya lo cite en otra ocasión?, en la muerte de su amigo Charles Williams, “ningún acontecimiento ha corroborado tanto mi creencia en la próxima vida como lo hizo Bernardo simplemente muriéndose. Porque cuando la muerte y la idea de Bernardo se unieron así en mi mente, lo que cambió fue la idea de la muerte”. Creo que en el anterior post comentaba la pasión de Lucas. Así terminaba: “descansa, Salvador, en la gruta, hasta que te despierte la voz del Padre”. Descansa hasta entonces, donde ya no habrá entonces, Bernardo.

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15
Ene
2012
El beso de San Lucas
3 comentarios

Los domingos se puede hacer muchas cosas. Una de ellas es quedarse prendado y prendido de la pasión según San Lucas, una obra que se atribuyó a Bach por una serie de avatares que darían para escribir una novela, pero que es apócrifa, si bien parece ser que Bach la interpretó. En fin, una historia apasionante. Hacia el final, cuando se va acabando, hay dos momentos (musicalmente) increíbles que acontecen tras la muerte de Jesús. Hay un aria ?como siempre, cargada de emoción? en la que el tenor (cabe pensar que Pedro) sólo pide que le dejen besar el cuerpo de Jesús una vez más. Sólo una vez más. Y lo repite machaconamente. Ese beso tan humano que acoge, despide, traiciona, ama, expresa, presenta… a veces todas esas cosas a la vez. Es el elemento central de esa última aria de la pasión, que termina con un coral fascinante, también una despedida al cuerpo de Jesús: “descansa, Salvador, en la gruta, hasta que te despierte la voz del Padre”. No me extraña que Lutero estuviese tan encandilado con la música, que además de decir, muestra, porque, parafraseando a Isadora Duncan , si pudiésemos decirlo (en lenguaje “lógicamente perfecto”), no tendríamos que cantarlo. Por suerte, tenemos que hacerlo, y cuánto mejor. Buen domingo

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14
Ene
2012
Oaxaca y la mujer del cura
1 comentarios

La verdad es que estoy un tanto liado acabando cosas y empezando otras que me salen al paso y que piden ser hechas para ayer. Pero eso forma parte de la cotidianidad. Parte de esta es también echar un vistazo a la prensa, pero selectivo. Hay varios temas que me interesan y varios que no me interesan nada, lo cual seguramente es culpa mía pero, por más que me fuerzo (miento, no me fuerzo nada), la cantidad de páginas dedicadas al noble arte del fútbol, o las no menos nobles estrategias del destripe político me son totalmente indiferentes. Pues bien, hoy aparecía en un periódico un reportaje turístico sobre Oaxaca, ciudad que, entre sus muchos atractivos, tiene la iglesia de Santo Domingo, a la que la mayoría de los mexicanos, cuando te identifican como dominico, aluden sin más, como una maravilla artística. Al ojear (ya sin h) el reportaje me encontré con que no hay una sola mención al templo, cosa rara y que me hace pensar en que se está generando un nuevo tipo de turismo, que no sé exactamente en qué consiste. Yo no concibo ir a cualquier ciudad y no visitar su catedral. Pero el tiempo dirá. Anteayer, en el mismo periódico, venía un artículo bastante más interesante, sobre el papel (y el lugar social) de las mujeres de los sacerdotes católicos casados que proceden del anglicanismo o de otras confesiones cristianas. Este sí que es un tema bien importante, que va mucho más allá de cuestiones de disciplina eclesiástica, porque tiene que ver, parafraseando aquel título de Scheler, con el puesto de la mujer en un cosmos que le es al menos refractario. Este sí que da que pensar.

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4
Ene
2012
De paso
1 comentarios

Hace un par de días, de paso por una ciudad en la que admiraba su bella catedral, me encontré ?en realidad apareció? con un señor de aspecto pintoresco, con barba de faquir, gorro de faquir (en realidad era una bolsa de la compra en la cabeza, pero daba esa impresión) y no diré que montado en una bicicleta de faquir, pero sí montando en una bicicleta, a secas, en la que daba la impresión de que se dedicaba a recorrer la ciudad, recogiendo turistas o paseantes para sugerirles qué no se tenían que perder. Gracias a él yo y mi acompañante pudimos conocer un precioso convento de monjas que, de no ser por su sugerenecia, nunca hubiese visitado, y unas increíbles ruinas romanas ocultas bajo el suelo de un supermercado. Mi acompañante se sorprendió de la aparición: en su país de origen, ante esa muestra de solicitud, lo normal y lógico era salir en la dirección opuesta. Por suerte aquí, a pesar del cambio cultural enorme que hemos experimentado en las últimas décadas, aún mantenemos una sensata y sana actitud de confianza, incluso ante lo pintoresco, que acaba por resultar una fantástica fuente de conocimiento y de deleite. Ojalá no perdamos esta disposición de admiración y confianza en el año que entra.

 

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