16
Mar2015Creacionismo y misa (o misa y olla)
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Mar
Ayer leía una entrevista a una científica en un periódico de Valladolid. La mujer se metía con el creacionismo, y el “insensato” periodista (carente de buen juicio) le preguntaba-apostillaba algo así como: entonces, usted no irá a misa… Y ella le contestaba más o menos que no. Aquí tenemos el follón de las implicaturas conversacionales, lo no dicho que se contiene en lo dicho, o algo así. La mujer se refirió al creacionismo, que, por suerte o por desgracia, se propone a sí mismo como una teoría científica, al menos en su versión del diseño inteligente. Y se discutirá en eseterreno, con lo que no tiene mucho que ver con ir a misa o no ir. He ahí el primer error del periodista. Pero es verdad que creacionismo puede significar muchas cosas. Si uno sostiene que el mundo es creado por Dios, probablemente podrá ser llamado creacionista. Pero esa no es una afirmación científica, y por eso tampoco se puede concluir que un científico que sea creacionista en un sentido lo sea en el otro.
Lo que me llamaba la atención es la inmensa cantidad de supuestos, presupuestos, cosas no dichas y demás que fundan una conversación, porque se sobreentienden en el mismo discurso, aunque nunca se tematicen. Y que se dan por supuestas como correlaciones a las que ni siquiera parece necesario exigirles fundamento. No soy creacionista, luego no voy a misa. Y en este mundo de cosas simples, sin matices y fáciles de reducir al estereotipo les gusta habitar a los que hacen las preguntas… Claro, así son las mismas...