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Blog Bitácora Véritas

Sixto Castro Rodríguez, OP

de Sixto Castro Rodríguez, OP
Sobre el autor

8
Mar
2012
La posada del silencio
5 comentarios

Llevo queriendo escribir esto muchísimo tiempo. No es más que un homenaje agradecido (creo que) a Juan A. Mateos por el impagable trabajo que gratis et amore hace con su envío diario de “La posada del silencio”. Se trata de un correo elaborado por y dirigido a los antiguos alumnos de la escuela de teología de san Esteban de Salamanca, que llega cada día, puntualmente, a nuestros buzones y que es una de esas cosas que, como la comida en la mesa, el jabón en el baño y la gasolina en el coche, se dan por sentadas y sólo si faltan uno se da cuenta de que lo cotidiano supone tanto esfuerzo por parte de tantos… “La posada”, además de una agenda de eventos de interés, recoge toda (o mucha de) la información que interesa a los dominicos de lo que hacen los dominicos, de lo que se hace en otras familiar religiosas, en la Iglesia, de los temas que nos interesan, sean religiosos, culturales, económicos, políticos… con sus enlaces correspondientes. Un auténtico lujo, vamos, de esos que los presidentes tienen sobre su mesa porque se los prepara su equipo de prensa. Para mí es de lo mejor que entra en la bandeja de correo y siempre tengo esa duda: ¿lo hará Juan A. Mateos todo él solo? (De ahí el “creo que” de antes). Y como, además, entre las informaciones y enlaces que recoge incluye este blog, resulta que lo que cuento se convierte ello mismo objeto de lo contado, dando lugar a una escritura de esas tan borgianas. En todo caso, además de expresar mi agradecimiento por ese trabajo cotidiano, silencioso y cariñoso, y dado que soy de los que aún piensan que el bien tiene que difundirse, por naturaleza y por necesidad (si cabe hablar así), si desde aquí puedo hacer que sea algo más conocido estaré contribuyendo a propagar ese bien para todo aquel que tenga la suerte de recibirlo cotidianamente.

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5
Mar
2012
Que no te descubran
1 comentarios

Una de las noticias, por extraordinaria, de la que se hacían eco los medios el otro día fue la de un anónimo donante que fue depositando sobres con cientos de euros en diversas parroquias, orfanatos, comedores sociales y otra serie de lugares donde había una necesidad imperiosa. Ciertamente, quien lo haya hecho puede considerarse un ángel. Ahora bien, la pregunta no es por qué esto es noticia (y la respuesta, seguramente, tendrá que ver con su carácter extraordinario), sino si podría no haberlo sido. Cabe suponer que el donante anónimo no tenía el menor interés en que se supiese (acaso sí, para que el ejemplo tuviese un efecto multiplicador), por aquello de que una mano no sepa lo que hace la otra. Pero vivimos en un mundo donde eso es poco menos que imposible. A uno de los grandes teóricos del arte contemporáneos le preguntaron en cierta ocasión si había alguna cosa que no pudiese ser arte. Esa es la pregunta hoy, no tanto qué hace que algo sea arte. Lo variopinto de lo que recubre ese término, donde cabe todo, lo más y lo menos, da que pensar que, por mucho que uno se empeñe, parece casi imposible que algo no pueda ser arte. Lo mismo con la noticia. ¿Hay algún modo de hacer algo bueno que no sea noticia? Hay tanto bien que se hace que no es noticia que me da a mí que el anónimo benefactor alemán hubiera querido ser uno de esos bienhechores de cada día. Ojalá no le descubran.

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3
Mar
2012
Qué dependientes
1 comentarios

No hay día en el que no aparezcan noticias dignas de comentar… y otras que seguramente lo merecen en algún mundo posible, pero me parece que algunos de nosotros ni siquiera aparecemos en ese mundo, así que, y dado que “ars longa, vita brevis”, no queda más remedio que ir haciendo elecciones de lo que se lee, se escucha, se estudia y hasta de lo que se pasea… Pero hay algo que comparten muchas de las noticias de estos días: los supuestos ocultos, por así decir. Cuando uno expone en clase una tesis, sólida, sensata y muy defendible, en seguida tiene que hacer conscientes a los que acaban de ser convencidos, de las hipótesis ocultas (sin que esto tenga connotación moral alguna, más de la que lo tiene el “secreto” del archivo vaticano) que necesariamente hay que aceptar para que la tesis triunfe. Eso pasa en los debates científicos, filosóficos, políticos, religiosos, etc. Y cuando uno se da cuenta de todas esas hipótesis ocultas que van con la tesis que parecía triunfante, entonces sí puede adueñarse de la misma. Obviamente nadie puede justificar por completo todo el sistema en el que se insertan sus afirmaciones y, en gran medida, depende de una justificación comunitaria, sea, de nuevo, en filosofía, en religión o en ciencia, es decir, en cualquier actividad humana. Con esto no quiero decir que las justificaciones sean iguales ni que sigan el mismo método, nada más lejos, puesto que los métodos son, en parte, lo que constituye las distintas disciplinas o modos de relacionarse con lo real. Y que dependamos tanto unos de otros hasta en lo que nos parece más evidente ayuda a pensar en qué consiste ser humano.

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26
Feb
2012
Sí, el debate
2 comentarios

Efectivamente, llevaba dándole vueltas al debate ese de Oxford y también he tenido la impresión que el profesor Valderas relata en el comentario que ha hecho en la entrada anterior. Hay un cierto intento, sin base histórica, de convertir la polémica darwinista en una polémica fe-ciencia (en paralelismo con el caso Galileo), como presenta el acento de El País de hoy. No fue así. No lo fue en el caso de Huxley y el obispo Wileforce, que, según nos cuentan fuentes autorizadas, fue un debate bastante cordial y sin mención a los progenitores, en absoluto. Esas referencias proceden de una serie de panfletos posteriores que, en efecto, sí establecen una guerra entre religión y ciencia. En fin, no voy a contar nada que no se pueda ver con mucho mayor detalle y precisión en una obra de Allister McGrath, “Darwinism and the divine”, que recoge todas las razones por las que el darwinismo supone la puntilla de un tipo de teología natural, pero sólo eso. Si hasta Newman recibió con sumo agrado las propuestas de Darwin… y hasta algún biólogo de Harvard las rechazó. Obviamente, nada más lejos de la realidad que esa propuesta que hace el rotativo aludido de que contemporáneamente la religión se ha visto "obligada" a aceptar la evolución como el mecanismo por el que Dios actúa. Si en contemporáneamente incluimos el siglo XIII, ah, entonces sí, porque ya el Aquinate sostiene que el azar enta dentro de las causas segundas de las que Dios se sirve. Y, por último, en Oxford se hubiera podido montar un debate bastante más potente: hay grandes filósofos ?y aquí incluyo a teólogos, matemáticos, etc.? que hubiesen dado menos espectáculo, pero más argumentos… pero esos no caben en 140 caracteres.

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23
Feb
2012
La ceniza
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Seguramente quien no se deje caer demasiado por las iglesias no se habrá percatado de la cantidad enorme de gente que va a ponerse la ceniza el miércoles de autos. Sin duda, es una de las fechas señaladas del calendario litúrgico. Y dentro de la liturgia, es mucha más la gente que va a recibir la ceniza, con el “conviértete y cree en el evangelio” o el “polvo eres…,” que algunos usarán, imagino, que la que va luego a comulgar. Ambos hechos tienen, creo, un profundo significado y tienen que ver, seguramente, con la conciencia que todos tenemos de que, queramos o no, acabamos por hacer cosas mal que siempre perjudican a alguien. Algún filósofo sostenía que el éxito de la religión judeo-cristiana consistió en introducir ese sentido de culpa y manejarlo a su antojo. Dudo que ese sea un “mérito” de la religión cristiana, porque la “culpa” (aun cuando con otro nombre) es uno de esos símbolos a los que Ricoeur aludía en su magna obra “Finitud y culpabilidad”, con el que tratan también las artes, la filosofía…, lo cual es decir, en pocas palabras, todo aquel que piensa. Contemporáneamente muchos pensadores asignan a la obra de arte la tarea de recordarnos que “debemos cambiar nuestra vida”. Luego la conciencia de que algo no va (o puede no ir) por donde debiera (y tómese este debiera con todas las salvedades, y en el sentido más general que se quiera) forma parte de la condición humana. Y el miércoles de ceniza sale a la calle, entra en el templo y, seguramente, pide sabiduría para comprenderla y valor para cambiarla. Y es, sin duda, un momento fundamental en el año… porque somos así.

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19
Feb
2012
Para los mariólogos
3 comentarios

Hace un par de días llego a mis manos un libro sobre unas apariciones marianas, y lo estuve hojeando, por curiosidad, sobre todo porque en cuanto uno ve algo relativo a misterio o secreto, parece que se ve llevado. Lo que me llamó la atención es el tono apocalíptico de las supuestas revelaciones marianas (y digo supuestas en el sentido más ortodoxo, ya que aquí incluso las declaraciones oficiales de la Iglesia dicen lo que dicen). La tradición de la Salve en la Orden, que se remonta, según nos dicen las crónicas, a 1225, nos ha hecho acostumbrarnos a ese rezo en el que no hay apocalipsis, ni sustos ni malos augurios. Y podemos seguir buscando antífonas, desde el Stella Maris al Regina Coeli. No aparece por ningún lado la imagen de María como transmisora de mensajes terribles, condenatorios… Las “Vidas”, de Gerardo de Frachet narran todas aquellas historias en las que la Virgen siempre interviene a favor de los frailes. Supongo que los mariólogos tendrán alguna respuesta acerca de en qué momento se produce ese giro tan radical en la concepción de María, que pasa de ser mediadora, intercesora y cosas que encajan bastante bien con la idea de Madre de Dios, a una cosa que bien poco tiene que ver con eso, y mucho con un esquema religioso arcaico. Desde el sueño de Santo Domingo, en el que veía a los dominicos bajo el manto de la Virgen, a estas visiones en las que la misma Virgen no hace sino prevenir de castigos que parecen, por otra parte inevitables, algo ha cambiado de modo muy radical. Habrá que pensarlo con cuidado, pero yo me quedo con Santo Domingo cantando el Ave Maris Stella, qué le voy a hacer.

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12
Feb
2012
Piros, machiguengas...
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Estos días he seguido con una cierta atención el “descubrimiento” de tribus no contactadas en esas zonas de Perú. Lo que más me llama la atención es que no me llama la atención, porque lo escucho con una cierta regularidad. Mashcos, piros, machiguengas son pueblos que habitan el vicariato de Puerto Maldonado, es decir, tanto Paco, obispo del mismo, como el resto de los frailes que lo habitan, nos dan puntual información sobre lo que sucede allá (sin olvidar a las dominicas del Rosario). De zonas remotas (al menos si por remotas se entiende accesibles sólo en avioneta, después de varias horas de vuelo o en lancha, después de varios días de algo que debe asemejarse a una singladura de un galeón ultramarino) nos dan detalles otros frailes, como David. Han saltado a la luz pública los nombres de estas comunidades nativas (y me temo que por poco tiempo), pero eso no los ha vuelto populares. Quienes viven con ellos saben de las injusticias de la selva, cuya riqueza, en este caso, parece más desgracia que gracia (qué fácil es convertir la gracia en condena). Y muchos las hemos escuchado desde que en la Virgen del Camino nos las contaban los misioneros que se dejaban caer por allá, seguramente sin que los críos entendiésemos demasiado lo que se cocía allá, m´lá del elemento exótico (fuimos unos privilegiados en formación antropológica, de eso no hay la menor duda).

Sin duda esta noticia arroja algo de luz sobre ese mundo, pero no sé por qué me da que pasados los ecos de los no contactados, los frailes del vicariato van a tener que seguir contando con la ayuda que muchos anónimos contribuyentes les hacen llegar. Ojalá llegue el día en que no la necesiten, pero de momento…

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2
Feb
2012
De hominum natura
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Estos días se habla mucho de un libro sobre sexo, que defiende, entre otras cosas (parece ser ,según lo que cuentan y escriben, porque no lo he leído), que somos infieles por naturaleza. Ayer escuchaba por la radio al autor y, en efecto, hay una aproximación que mezcla lo etológico y lo antropológico para concluir sus tesis, que es probable que en el libro estén más desarrolladas de lo que parecía en el diálogo y aparece en la prensa, ya que hasta donde yo sé del tema, que tampoco es demasiado, todo eso viene de lejos. Pero no es la fidelidad o infidelidad lo que me interesa (otro tema que en manos de los terapeutas dará bastante de sí, a saber, dónde están los límites, si varían o no, pero ese es otro cantar bien complicado). Lo que me llama la atención es la soltura con que se habla de naturaleza humana (otra vez). Hace pocas décadas nadie que rondase por un departamento de filosofía dudaba de que no existía una cosa tal. El ser humano tenía historia, cultura, dependía del lenguaje, de estructuras inconscientes, sociales, de fuerzas de producción o de manos invisibles, pero, al igual que el yo había desaparecido, como lágrimas en la lluvia (Blade Runner-Foucault), la naturaleza humana era como las brujas, que ya no existían porque nadie creía en ellas. Pues las brujas y los brujos copan los canales de radio y televisión y la naturaleza humana parece haber vuelto para quedarse (al menos un rato). Ahora bien, llevamos una buen número de siglos discutiendo sobre qué es o en qué consiste y en los años presentes la discusión es bien enconada. Hay, pues, que tomar con mucho cuidado todas las afirmaciones que se hacen radicadas en la “naturaleza humana”, que vaya si existe, pero no se deja someter a fórmulas algorítmicas intemporales.

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26
Ene
2012
Mi Kübler Ross particular
2 comentarios

Un buen amigo que tiene la mala costumbre de leer este blog y al que podemos llamar mi Kübler-Ross particular me escribe por cosas de la Pasión según San Lucas del otro día. Gran tema de comentario, qué duda cabe. Y le traigo a colación porque él convive todos los días con esa fase tan particular de la vida que es el final y que da tanto que pensar, sobre todo porque no sabemos muy bien cómo afrontarla y asumirla. Lo cual, dicho sea de paso, no es tan malo como pudiera parecer, sobre todo cuando por “saber” se entiende casi dar una respuesta “algorítmica” o instrumental al asunto. Y no vale, o no debería valer. En esos momentos de tanta fragilidad y cuando todo se vuelve especialmente intenso (porque, como en la cantata, se pide besar sólo una vez más, y eso se convierte en el supremo valor) no hay duda de que se ven los grados de perfección, esa cosa que suena a teólogo rancio y viejísimo (pero que no lo es ni de lejos), con palmaria claridad. Siempre hay un bien que se puede introducir en la situación más desasosegante. Me resisto a poner ejemplos, pero dudo de que alguien dudase de que es mejor estar acompañado que solo en esos momentos. O experimentar que alguien nos alivia el dolor, o sentir que alguien se interesa por uno. Es difícil pensar que quepa siquiera discutir eso. Apuesto a que mi Kübler-Ross particular me confirma el asunto. Y de eso va la cuarta vía de Tomás de Aquino, de que hay grados de perfección. Lo cual no deja de ser reconfortante en una quincena en que se han ido ni sé ya cuántos frailes y alguna gente del entorno, seguramente antes del tiempo.

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23
Ene
2012
A Bernardo
2 comentarios

Un profesor norteamericano, reflexionando sobre la cuestión del mal, afirma que el hecho de que existan males misteriosos es precisamente lo que cabría esperar si hubiese un Dios, no sólo males que se puedan “explicar”. A pesar de que él afirma que la mayoría de los males son no “misteriosos” yo creo que todos, desde lo más pequeños encierran un misterio. Hoy acabamos de enterrar a Bernardo Cuesta, un fraile excelente por las cuatro causas que se va mucho antes del tiempo, a nuestro modo de ver. Y claro que lo entendemos: una enfermedad que opera así y asá. Todo explicado. Ya. Nada, más bien. Y ciertamente, no nos queda más que aquello tan paulino de “vemos como en un espejo”, o mejor “en enigma”. No hay comprensión posible y lo que se presenta como comprensión sólo es una explicación que no alcanza el nivel mínimo de “satisfacción” que se le exige. Lo que ese enigma, que también tiene su cara de trasluz ?porque incluso a través de la niebla más espesa se percibe algo?, nos muestra es que se ha ido un fraile bien bueno y ha dejado un vacío muy raro, y más en un mes en el que se han marchado otros cuantos frailes, alguno incluso más joven que él. Y todo son preguntas, pero también todo son asentimientos, sobre todo para quien está convencido de que, en la noche oscura, quien hace las cosas, las hace bien. Sí, ya sé, ya sé, de sobra sé. Pero, parafraseando a C.S. Lewis ?creo que esto ya lo cite en otra ocasión?, en la muerte de su amigo Charles Williams, “ningún acontecimiento ha corroborado tanto mi creencia en la próxima vida como lo hizo Bernardo simplemente muriéndose. Porque cuando la muerte y la idea de Bernardo se unieron así en mi mente, lo que cambió fue la idea de la muerte”. Creo que en el anterior post comentaba la pasión de Lucas. Así terminaba: “descansa, Salvador, en la gruta, hasta que te despierte la voz del Padre”. Descansa hasta entonces, donde ya no habrá entonces, Bernardo.

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