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Oct2019No hay sitio
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Completamente de acuerdo con lo que dice el premio Nobel en su escueta entrevista en El País. Obvio, confundir a Dios con un planeta, una nebulosa o una tetera, como hacía Bertrand Russell, es algo que ningún pensador cristiano de los de “pata negra” ha hecho. Esto no es nuevo. Es lo de Laplace, que no necesitaba la hipótesis de Dios en su teoría física, porque Dios no es ni una variable ni una constante ni nada que pueda figurar en una fórmula. Pongamos tanto de velocidad, tanto de spin, tanto de gravedad y tanto de Dios y ¡voilà! No, la cosa no funciona así, y cuando hoy algunos científicos cuelan a Dios de rondón en sus elaboraciones científicas, algo falla. Tomás de Aquino distinguía bien entre lo natural y lo sobrenatural. Lo sobrenatural hoy se equipara a fantasmas, telequinesias y cosas por el estilo. Es el sino de nuestra época. Sean lo que sean estas cosas, son naturaleza. Y Dios no es naturaleza, por eso no hay sitio para Dios en el universo, que es naturaleza. Claro que no. Pero eso no dice más que lo que dice. Y hasta ahí, de acuerdo. Con lo que ya discrepo es con esa afirmación un tanto descuidada de que “La visión religiosa dice que Dios decidió que solo hubiese vida aquí, en la Tierra, y la creó”. ¿Dónde pone eso? ¿En qué visión se ha propuesto tal cosa? ¿Por qué el "solo"? Finalmente, y este es el tema de debate: “la vida es un proceso natural”, ergo Dios sobra en esta asunto. Aquel desarrollo de los escolaśticos (y hoy de los analíticos) del distinto orden de las causas, el apasionante debate moderno sobre el ocasionalismo y demás sesudas disquisiciones para tratar de explicar cómo distintos órdenes de realidad interactúan y demás inquisiciones semejantes que han obligado a la gente a pelarse las meninges no tienen cabida en el mundo twitter, que es, al fin y al cabo, lo que demanda una entrevista para captar la atención del viandante. En fin, en modo twitter: ¿qué significa sitio para que no lo haya?