9
Jul
2011Jul
Demonio meridiano
1 comentariosDa que pensar cuando un niño se refiere a uno en términos de “ese hombre”. El “ese señor” que me han regalado en ciertas ocasiones se puede interpretar en términos de cortesía o cosa semejante (o así se hace cuando uno trata de dar una interpretación benevolente de la cosa). Pero “ese hombre”, en ese contexto de un niño que habla de uno como si ese uno no estuviese presente, no designa a un individuo de una especie ni un sexo determinado. Así que cuando el crío aquel se refirió a mí como "ese hombre" quizá fue el momento en que tomé conciencia de que en cualquier momento se me planta por aquí el demonio meridiano, y ver qué pasa. De momento a esperar que lleguen las vacaciones, que siempre ayudan a espantar demonios.