Logo dominicosdominicos

Blog Bitácora Véritas

Sixto Castro Rodríguez, OP

de Sixto Castro Rodríguez, OP
Sobre el autor


Filtrando por: 2008 quitar filtro

7
Feb
2008
Censuraré, qué remedio
5 comentarios

 

Una vez descubierto el origen de la avalancha masiva de comentarios (agradezco los nuevos lectores que el enlace en la página esa me ha reportado), que ya me extrañaba a mí tal invasión, hemos procedido a habilitar un sistema de filtro para que sólo aparezcan publicados comentarios dignos, inteligentes, veraces, sinceros. Los que se sientan a gusto en la página de origen, la que les envió aquí, quédense allí, por favor, enmarranando la red, el pensamiento, la religión y todo lo que quieran. ¿Censura? Yo le llamaría aprender a comportarse en casa ajena. Un profesor me enseñó hace tiempo que si a un niño no se le frustra, nunca deja de mearse en la cama. Así que, llámenle censura, que por las palabras no vamos a discutir.

Ir al artículo

6
Feb
2008
Nachtwey
17 comentarios

 

No sabía que me leía tanta gente. Dada la situación, aprovecharé para compartir una cosilla, que a muchos nos vendrá bien (a mí me ha iluminado). Ayer vimos varios de la comunidad un documental sobre la obra fotográfica de James Nachtwey. Muchos le conocerán en su trayectoria profesional. La mayoría le conocemos por sus fotos, aunque no sepamos ponerles autor. Este hombre se ha pasado toda su vida retratando guerras, hambrunas, rebeliones, matanzas y las cosas más horribles que uno pueda imaginar. En el documental, el autor reflexiona sobre su papel de comunicador, de artista, sobre la intromisión en la intimidad que suponen sus fotos, sobre la implicación del espectador-fotógrafo en la barbarie a la que asiste… Y se pregunta por la ciega fuerza que lleva a los hombres a matarse a machetazos simplemente por ser de otra raza, tener otra creencia, otra opción política o cualquier diferencia. No es fácil comprenderlo. Mas lo relevante del asunto es que esas cosas están sucediendo ahora. Ahora se mata gente en África, en Oriente próximo, en Irak y en infinidad de sitios de los que no tenemos la menor idea. Es importante la memoria, que Auschwitz no se repita. Mas la memoria parece haberse vuelto inoperante, pues el asesinato en masa se está repitiendo, cada día, ahora mismo. Y Nachtwey estaba ahí para retratarlo. ¿Qué podrá hacer un hombre solo? ¿Quién podrá hacer más que un hombre solo? ¿Quién podrá hacer algo?

Ir al artículo

5
Feb
2008
¿Quién eres, barquero?
0 comentarios

 

Lo comentábamos Moisés y yo al salir de ver la película de Rambo. Johnny Rambo es sólo un barquero que transporta gentes de un lado a otro sitio no muy recomendable. Cuando Johnny salva el pellejo del contingente de mercenarios, uno le pregunta: “¿Quién eres, barquero?” La pregunta –¿quien eres?– sólo se hace ante la sorpresa. Mutatis mutandis (que luego me van a decir que hago comparaciones que vaya usted a saber), cuando Jesús hace milagros, las gentes se preguntan: ¿quién es éste que…? La pregunta por el ser, he ahí la gran cuestión. Y además, Rambo es barquero (resonancias de Caronte, de la tormenta evangélica de la que Jesús salva a sus discípulos caminando sobre las aguas), jajaja. Se nota que me gustó la peli, a pesar del cínico crítico de cine que se dedicó a contar el ingente número de muertos que hay en ella (no sé cómo, porque es imposible, ya que en las explosiones caen como moscas los que vemos y los que no vemos, pero siempre hay un listo que se ha leído un guión que no se ha escrito, jejeje). Rambo es moderno: tiene clarito quiénes son los buenos y quiénes los malos, nos pone las cosas fáciles. La postmodernidad ha introducido dudas más que razonables. Pero Rambo no duda, y nos presenta casos de lo que han llamado (Hannah Arendt dixit) la banalidad del mal, el mal radical: nadie duda de quiénes son los buenos y quiénes los malos. Y Rambo hace justicia, como el Dios veterotestamentario. Desde luego, la ética de Rambo no es la del Nuevo Testamento, dónde va a parar, ya que el NT es la sobreabundancia de la gracia y la misericordia. Pero la misericordia se ejerce sobre la justicia, y si no se es justo no se puede ser misericordioso.
La peli no está mal hecha técnicamente. No es la peor que he visto este año, ni mucho menos. Y del mal radical, el mal gratuito, el mal banal, este siglo pasado (y por lo que no sabemos, seguramente este siglo en el que estamos) sabe bastante. ¿Qué la peli es maniquea y presenta bondad y maldad sin matices? Sin duda. ¿Que Rambo es un personaje plano, del que no se espera evolución? También, pero de espléndidos personajes planos está el cine lleno. Eso no le descalifica. Y no cabe duda de que es un icono del cine, nos guste o no. Y finalmente: “las cosas son, no pueden cambiarse” suena a Parménides, así que toma resonancia culta. SI quiere, vaya a verla o véala en vídeo, aunque tenga que mantener una distancia irónica (que no ha sido mi caso).

Ir al artículo

5
Feb
2008
¡Alto el fuego!
23 comentarios

 

Desde el blog de Rouco y el del sacerdocio de la mujer no se había visto una respuesta así al blog de ayer. No para bien, ya que el webmaster ha borrado unos cuantos comentarios y yo he borrado el resto (la mayoría en contra). Pero no es que me contrariasen, no, cada quien piensa como quiere y como puede. Simplemente violaban las normas del blog (no todas las entradas, bien es cierto). Déjenme decirles que ni un solo comentario hablaba de la película, y todos de mí. Unos cuantos se preguntaban por mi vida sexual, frecuencias y cosas por el estilo. Algún otro, a quien parece que le gusto yo menos que Rambo, me tildaba de homosexual (ojo a la paradoja, que para él ser homosexual, o en sus palabras, maricón, es un insulto). Pues no lo soy, aunque supongo que esa información carece de toda importancia, porque escribo con los dedos y la cabeza. Las demás partes de la anatomía no suelen colaborar en ese menester. Algunos salían, y lo agradezco, en mi defensa. Y también se traía al plató a terceras personas. Pero mi blog no es salsa rosa ni el tomate. Si no le gusta lo que digo, cuénteme por qué, y razone. Los odios, resquemores contra mi persona, contra la Orden, la Iglesia, los Obispos y demás no son razones en sí. Y yo he expuesto las mías. Y en ese terreno estoy dispuesto a batirme. Y nada más. Cum veritate et libertate. Vamos hombre, faltaría más

Ir al artículo

3
Feb
2008
Vota quien quieras, menos a mí
5 comentarios

 

Dice Tomás de Aquino en la Suma Teológica, I-II, q. 19, a. 5 que si la recta razón nos dice que creer en Cristo es malo, aunque la voluntad se incline a creer, lo hará de modo ilícito. ¿Qué significa esto? Que el criterio último de acción moral es la conciencia. Y la conciencia se forja escuchando a unos, leyendo a otros, creando hábitos, buscando tras lo aparente, etc. Estos días, la moda conversacional es el escrito de la conferencia episcopal española para orientar el voto en las próximas elecciones. No he leído la recomendación (ni creo que lo haga, porque la conferencia episcopal es tan productiva que no hay tiempo ni ganas para leer todo lo que publican), de modo que hablo de leídas, de lo que dicen, de lo que les han contestado y de lo que dicen que les han dicho los que les han dicho que han contestado. En resumen: vote usted, cristiano o no, católico practicante o de bajo perfil, a quien le dé la gana, es decir, a quien le dicte su conciencia. El documento de la conferencia episcopal no tiene valor de magisterio infalible, ni mucho menos. Tómenlo como una recomendación, una admonición, que tampoco está mal –ya que todos los políticos están soltándonos soflamas sobre a quién debemos votar, y no conozco ni a uno solo que diga “a mí no”– que alguien apele a algo distinto de si nos van a subir las pensiones, a bajar los impuestos, a regalar dinero o a dar caramelos a la salida del colegio. Quizá nos haga pensar. Yo voy a votar a quien quiera, faltaría más, y no por “madurez democrática” (que no sé qué demonios será esa chorrada que se ha sacado alguno de la manga), sino porque, antes que ciudadano (pero mucho antes) soy una persona volente (o sea, que quiere) algunas cosas y nolente (que no quiere otras). Así que, velis nolis, aguantaré hasta marzo los rollos y votaré, programa en mano.

Ir al artículo

31
Ene
2008
Esperanza de mis amores
2 comentarios

 

Es excelente el artículo de Javier Cercas en El País semanal, una reflexión aguda acerca de la esperanza. Pero es desesperanzadora: a su decir, hay que perder la esperanza. Él se apoya en Montaigne, pero para ese viaje podemos buscar alforjas más clásicas y vetustas: lo que le queda a Pandora, después de abrir la caja de los truenos, es la esperanza, que puede ser vista como una bendición (véase el infierno de Dante, en el que reza “abandonad toda esperanza los que entráis aquí”) o una maldición (una tontuna que nos proyecta en el futuro, en la nada, en lo contingente que se nos escapa). Puede ser que en el mundo x+3, uno de los mundos posibles, se pueda vivir sin esperanza. Pero resulta que –Heidegger dixit– en la vida humana prima el futuro, y no hay tu tía. Esa idea de vivir el presente, como si éste fuese un instante temporal perfectamente deslindable de sus éxtasis (hacia atrás y hacia delante, hacia el pasado y hacia el futuro), como si de una unidad discreta se tratase es impensable, imposible, inhumana. Y usted podrá decir: claro, es que como Benedicto XVI ha escrito sobre la esperanza, tú te ves obligado a defender sus tesis. Jajaja. Ni de broma, entre otras cosas, porque no he leído la encíclica, así que no sé si estoy de acuerdo con él. Pero sí estoy de acuerdo con que la esperanza, la elpidia (seguro que usted conoce a alguna señora que se llame así) es una de las estructuras del ser humano (un existenciario, que diría Heidegger) y no se puede vivir si se deja de esperar, al igual que si de deja de comprender o se deja de hablar. Tut mir leid.

Ir al artículo

30
Ene
2008
Vuelve Hannah, vuelve que nos hundimos
6 comentarios

 

Continuando la cosa de ayer, que da para siglos de discusión, pero no conviene perder demasiado tiempo, que es irrecuperable, me llega hoy un CFP, es decir, una convocatoria de un congreso, en el que piden contribuciones, y la cosa se titula: What’s Left? What’s Right?, es decir, ¿Qué es la izquierda y qué es la derecha? (lo cual en inglés tiene un doble sentido, porque significa al mismo tiempo: ¿qué nos queda? ¿qué es correcto?). La página web del asunto comienza citando a Hannah Arendt, quien dice lo siguiente: “Sabéis que la izquierda cree que soy conservadora, y que los conservadores piensan que soy de izquierdas o disidente o Dios sabe qué. Y debo decir que el asunto no me podría preocupar menos. No creo que las cuestiones serias de este siglo vayan a obtener ningún tipo de iluminación de este tipo de cosas”. Pues así las cosas y ya sin etiquetas, tengo que volver a hablar de El País, jajaja. Ayer glosaban –en la misma página– dos películas distintas, una protagonizada por Stallone (Johnny Rambo, o sea Rambo IV) y otra por el actor español nominado para el Óscar. Datos que daba el diario: Stallone es republicano, en la serie de Rambo se va incrementando el número de muertos en cada peli. En esta última no queda ni el apuntador, y otras cosas. Conclusión que saco yo: Stallone es mala persona y un fascista. El actor español, en su película, se carga, parece ser, a quien le da la gana, y de una forma más cruel y menos, digamos, anónima. Pero los directores son los hermanos Cohen (que me encantan, dicho sea de paso, al igual que Stallone), que son de izquierdas, como lo es el actor español (pero aquí parece que el periódico no necesita referirse a las afiliaciones políticas, que son públicas). Ni una sola palabra sobre la violencia de la peli. Ergo, seguro que esta peli es una exploración libidinal de los rincones oscuros en los que el deseo manipula la vivencia de la irracionalidad convulsa en aceite de pato. Depende desde donde usted dispare, la violencia será bendita o maldita. Esperaremos a la siguiente.
 

Ir al artículo

28
Ene
2008
Quien trabaje, que coma
1 comentarios

Me pide un fraile que incluya en el blog esta noticia: La Federación de Vecinos pide a la Oficina del Censo Electoral el cambio de ubicación de al menos 24 locales electorales de Valladolid situados en espacios religiosos al carecer de la obligatoria neutralidad religiosa e ideológica. La verdad es que supongo que no serán todas las federaciones, sino algún tonto del haba que se ha aprovechado de la coyuntura ideológica y del río revuelto para lanzar sus proclamas en pro de un laicismo que, aún hoy, no sé qué significa, porque según quien hable de ello, entiende una cosa u otra. La noticia pide que no se habiliten esos lugares, en su mayoría colegios o conventos, como lugares de votación, por carecer de “neutralidad religiosa e ideológica”. No creo que a ningún fraile ni a ninguna monja  le moleste que le lleven de su casa las mesas de votación y las urnas. Tendría bemoles que nos quitasen las imágenes de Santo Domingo en esta casa (que hay pocas y no es el caso, ya que aquí no hay mesas), porque se les ocurra a unos iluminados que debe presidirnos la diosa razón o la ciega justicia. Pero eso supondría que nadie, absolutamente nadie, podría esgrimir en público no siquiera su opción política. ¿Cómo identifico yo al interventor del partido humanista (que no sé aún si se presenta, pero me suena de haber visto sus papeletas en alguna elección)? Ah, no sé, pero según esta petición, si el lugar tiene que ser neutro, habrá de ser un quirófano, y no pintado de verde, que eso suena a ecologismo. No me enseñe usted ni el más mínimo signo de su opción política, religiosa, sexual o sobre qué animales le gustan como mascotas, porque habrá roto ese aura sagrada de "neutralidad". Aquí, en esta casa en la que vivo, me consta que se reúnen algunas asociaciones de vecinos y jamás han pedido que se les quite el Cristo que hay en las clases, que me consta que no molesta, porque nunca les ha dicho nada, hablen de lo que hablen. Tampoco se les ha preguntado de qué iban a hablar. Ni se les preguntará. Pero hay por ahí algunos comisarios políticos que quieren dictar las normas de una utopía que nos acaba ahogando a todos en pro de una "neutralidad" que me asusta más que la parca. En resumen, y con el fraile que me ha mandado esta noticia, concluyo que en las juntas directivas de estas asociaciones beneméritas hay un buen número de gente que no tiene nada que hacer, pero nada de nada, que cobra de ellas (probablemente de las subvenciones que reciben) y que de vez en cuando tienen que hacer algo para que alguien piense que su sueldo está justificado. Y que las instituciones están llenas de perfectos inútiles que ocupan puestos de relevancia lo decía Battiato en el blog de ayer. Ustedes piensen lo que quieran, pero lo que piden en este documento no sirve para nada, no ayuda a la convivencia, no garantiza la pluralidad ideológica y no significa neutralidad política, que vaya usted a saber qué demonios es eso. Y, aunque no les guste, a San Pablo me remito: el que no trabaje que no coma (y que no se invente trabajos ficticios, que para eso ya está la alianza de civilizaciones, de la que seguro que están comiendo unos cuantos abedules paniaguados). Ojete, que yo también pago impuestos, y muchos.Y si se quieren meter con la Conferencia Episcopal (que parece que es el núcleo del asunto) se han equivocado de lugar, pues los frailes y las monjas, según algunos obispos, somos una "iglesia paralela", de modo que fijen su diana mejor, please.

Ir al artículo

28
Ene
2008
¿Se podrá tener más jeta?
8 comentarios

 

Aceptamos pulpo como animal de compañía, pero lo de los de izquierdas opulentos, no mire usted. Me supera. A decir de Esther Tusquets en su artículo de opinión en El País, lo que propugnan las izquierdas se deja decir así: “No se trata de que los ricos repartan generosamente sus bienes, sino de establecer, por medios más o menos violentos, un sistema más justo”, que no se sabe muy bien de dónde procederá, ya que si no es del reparto de bienes o de un cambio político, habrá de ser por intervención divina. Pero aquí no se acaban las perlas. Y cito: “El hombre de izquierdas no tiene como misión repartir sus bienes, ni sentar en su mesa a los mendigos; su misión es luchar para que se instaure en el planeta Tierra un orden más justo, menos brutal y menos insensato. Y, cuando se trata de un hombre rico, esta lucha va contra sus propios intereses. A esos tipos tan criticados por sus casas y sus coches y sus yates les sería más favorable militar y votar en un partido de la derecha. Pero no lo hacen, y ahí radica su coherencia”. Tócate los pies. Nunca había visto una legitimación del despotismo de izquierdas peor pensada. Es decir, el que vota a las izquierdas quiere un orden más justo, pero de ese artículo no se colige que él deba colaborar cambiando su situación. Podrá seguir viviendo en la Moraleja, que eso no va con él. Podrá seguir asistiendo a entregas de premios en cualquier parte del mundo, vengan de donde vinieren (¿acaso no es Hollywood la máquina más maligna ideológicamente, o al menos lo fue para la Escuela de Frankfurt? –pero estos no les han leído), podrá seguir, quién sabe, teniendo sus acciones en sabe Dios dónde…, pero son de izquierdas, y eso les da legitimación moral. Parece que se me ve el plumero. No, en absoluto. Si ser de izquierdas es querer un orden más justo, la justicia total, yo lo soy más que ellos, garantizado. Pero, por lo que veo, de ese artículo se desprende un tufo muy derechoso (a entender de la articulista, supongo), pero mucho: justicia sí, claro, pero usted no me toque a mí lo mío. Si acaso, y aquí quería llegar, que sean los otros los que carguen con el peso de hacer ese orden más justo, ya que “el hombre de izquierdas no tiene por misión repartir sus bienes”, luego será el de derechas el que tenga esa misión mesiánica. Ráscate los bajos. Y mira que llevo todo el día tratando de olvidar este artículo, pero es que me puede. La banalidad me puede. Y las etiquetas que otorgan patente de corso, más aún. Ni de izquierdas ni de derechas, simplemente queremos ser personas.

Ir al artículo

26
Ene
2008
Battiato, candidato
0 comentarios

 

Me van a permitir que no fuerce demasiado las neuronas en el blog de hoy. Por una serie de razones que no vienen al caso, he estado conduciendo más de lo habitual, y por esa razón he tenido que elegir qué música me iba a acompañar en esos ratos de tedio, de viaje solitario. Uno de los seleccionados, casi siempre, es el ya mentado en otras ocasiones Franco Battiato. Y ahora que estamos en época de vender mentiras y de jugar con las necesidades de la gente, de malmeter y de dar a las palabras significados que nunca tendrán, de jugar con el lecho de Procusto y querer hacernos ver que es la cama de una Barbie, Battiato, en esta canción que transcribo, escrita ya hace un porrón de años, tiene más razón que un santo. Escúchenlo si tienen tiempo. Si no, al menos lean lo que dice. Al menos, nos queda el derecho al pataleo.
 
Mi pobre patria, aplastada por abusos del poder
de gente infame que no conoce el pudor,
se creen los dueños todopoderosos
y piensan que les pertenece todo.
Los gobernantes, cúantos perfectos e inútiles bufones
en esta tierra que el dolor ha devastado,
¿pero es que no sentís nada de pena
ante esos cuerpos tendidos sin vida?
No cambiará, no cambiará
no cambiará, quizà cambiará
Y cómo excusarlos, las hienas en estadios y aquéllas
de la prensa chapoteando en el fango como cerdos
Yo me avergüenzo un poco y me hace daño
ver a los hombres como animales
No cambiará, no cambiará
no cambiará, quizà cambiará
Esperamos que el mundo vuelva a cotas más normales,
que pueda contemplar con calma el cielo
que nunca más se hable de dictaduras,
porque quizá tendremos que ir tirando
mientras la primavera tarda aún en llegar

Ir al artículo

Posteriores Anteriores


Suscripción

Suscribirse por RSS

últimos artículos

Archivo

Logo dominicos dominicos